NOTA
REFERENCIAL – ARCHIVO
PRESIDENCIA DE LA NACIÓN – Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto
Lunes 20 de Marzo de 2006
Información para la Prensa
N°: 125/06
Homenaje a religiosos víctimas de la dictadura
Al cumplirse 30
años del golpe militar, y en el contexto de las recordaciones que se efectuarán
a lo largo del año, tanto desde el ámbito oficial como de diversas
organizaciones no gubernamentales, el Ministerio de Relaciones Exteriores,
Comercio Internacional y Culto, a través de la Secretaría de Culto de la
Nación, en forma conjunta con la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y
el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, descubrirán en la Plaza San Martín,
el martes 21, a las 11, una placa de mármol que evoca a los religiosos y
religiosas de diversos credos que resultaron víctimas del terrorismo de Estado.
Se tendrá presente, de esa manera, a sacerdotes, religiosos, pastores y catequistas comprometidos con el mensaje trascendente que, de acuerdo con evaluaciones realizadas por diversos organismos de derechos humanos, son algo más de un centenar.
El desarrollo del acto será el siguiente:
- Discurso del Ministro de Relaciones Exteriores,
Comercio Internacional y Culto, Licenciado Jorge Enrique Taiana.
- Discurso del Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Doctor Eduardo Luis Duhalde.
- Discurso del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Licenciado Jorge Telerman.
- Descubrimiento de la placa.
- Lectura de los nombres de las religiosas y religiosos asesinados o desaparecidos.
- Simultáneamente, alumnos de colegios de distintas confesiones plantarán un olivo, como símbolo de vida y esperanza.
- Rezo en memoria de las víctimas a cargo de un sacerdote, un rabino, un dignatario musulmán y un pastor protestante.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Martes 21 de Marzo de 2006
Información para la Prensa N°: 126/06
El Canciller Taiana homenajeó a religiosos víctimas de la dictadura.
“Ellos nos estimulan para trabajar por una
Argentina con justicia social”.
Hoy a la mañana, el Canciller Jorge Taiana presidió, junto al Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, una ceremonia en la cual se descubrió, en la Plaza San Martín, una placa de mármol que evoca a religiosas y religiosos de diversos credos que resultaron víctimas del terrorismo de Estado, los cuales, de acuerdo con evaluaciones realizadas por diversos organismos de derechos humanos, superan el centenar.
“Estamos aquí –comenzó el canciller Taiana en la apertura de la ceremonia–
para rendirle homenaje a tantos sacerdotes, pastores, catequistas y laicos que
a través de su labor pastoral y su ejemplo de vida nos enseñaron y nos
estimulan a trabajar por una Argentina con justicia social, respetuosa de la
diversidad y defensora de los derechos humanos”. Y agregó que estos religiosos
“con su prédica y accionar, fueron fieles exponentes de la transmisión de
determinados valores que perduran en el tiempo y que tienen vigencia en una
Argentina que mancomuna esfuerzos para salir de la crisis más profunda de su
historia. Me estoy refiriendo al valor de la solidaridad, de la convivencia,
del pluralismo y de la democracia”.
“Entre las víctimas que hoy recordamos –dijo Taiana- quiero hacer una
especial mención a Pablo Gazzarri, un amigo, un compañero de militancia. Pablo
fue ordenado sacerdote en 1971. Además de la labor pastoral, Pablo también tuvo
un compromiso político intenso, compromiso que lo llevó a ingresar al grupo
Descamisados, donde pude apreciar su gran calidez humana, su preparación
teórica y sus capacidades didácticas. Pablo era perfectamente consciente del
riesgo que corría por su militancia, pero esto no lo detuvo en su compromiso
político. Se preocupó por proteger, dentro de sus posibilidades, la vida y la
libertad de sus compañeros perseguidos. El 27 de noviembre de 1976, quinto
aniversario de su ordenación sacerdotal, Pablo fue secuestrado frente al
domicilio de sus padres. Un grupo de hombres se lanzó sobre él, lo llevaron a
la ESMA y en 1977 fue arrojado al mar. Tenía 32 años”.
Luego habló el Secretario Eduardo Luis Duhalde y, a continuación, se
descubrió la placa y se procedió a la lectura de los nombres de los religiosos
homenajeados. También hablaron el Obispo metodista Aldo Echegoyen, el Rabino
Daniel Goldman, el Dignatario musulmán Emir Jarnub y el Padre Domingo Bresci.
El acto fue organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio
Internacional y Culto, a través de la Secretaría de Culto de la Nación, en
forma conjunta con la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires y se enmarca dentro del conjunto de actividades
que se efectuarán a lo largo del año, tanto desde el ámbito oficial como de
diversas organizaciones no gubernamentales, al cumplirse 30 años del golpe
militar.
En este sentido, el Canciller Taiana afirmó que “el Ministerio de
Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto considera un compromiso
con la verdad y la justicia honrar a esas religiosas y religiosos que por dar
testimonio de su fe y compromiso padecieron persecuciones, sufrieron torturas y
perdieron la vida. Y por eso en el día de hoy, nos parece importante hacer una
reivindicación histórica del ejemplo de vida que nos dejaron como legado”.
Listado de los religiosos asesinados y/o desaparecidos que fueron
homenajeados:
Roberto Abad (laico católico)
Jorge Adur (sacerdote católico)
Liliana Aimetta (laica metodista)
Oscar Alajarín (laico metodista)
Roque Alvarez (laico católico)
Enrique Angelelli (obispo católico)
Héctor Baccini (sacerdote católico)
Salvador Barbeito (seminarista católico)
Emilio Barletti (seminarista católico)
Ignacio Beltrán (laico católico)
Francisco Blaton (laico católico)
Víctor Boichenko (pastor evangélico)
Daniel Bombara (laico católico)
Carlos Bustos (sacerdote católico)
Padre Cabrera (sacerdote católico)
Luis Cantos (laico católico)
Beatriz Carbonell de Pérez Weiss (laica católica)
Marcelo Castello (laico metodista)
Juan Carlos Catnich (laico católico)
María Clara Ciocchini (laica católica)
Marcos Cirio (laico católico)
Inés Cobo (laica metodista)
Jorge Congetti (laico católico)
Hugo Corsiglia (laico católico)
Oscar De Angeli (laico católico)
Osvaldo De Pratti (laico metodista)
Carlos Di Pietro (seminarista católico)
Valeria Dixon de Garat (laica católica)
Patricia Dixon (laica católica)
Alice Domon (monja francesa)
Carlos Dorniak (sacerdote católico)
Pedro Duffau (sacerdote católico)
Léonie Duquet (monja francesa)
“Coco” Erbetta (laico católico)
Antero Esquivel (laico católico)
Adolfo Fontanella (laico católico)
Elizabeth Fress (laica católica)
Pedro Fourcade (sacerdote católico)
Jorge Adur (sacerdote católico)
Liliana Aimetta (laica metodista)
Oscar Alajarín (laico metodista)
Roque Alvarez (laico católico)
Enrique Angelelli (obispo católico)
Héctor Baccini (sacerdote católico)
Salvador Barbeito (seminarista católico)
Emilio Barletti (seminarista católico)
Ignacio Beltrán (laico católico)
Francisco Blaton (laico católico)
Víctor Boichenko (pastor evangélico)
Daniel Bombara (laico católico)
Carlos Bustos (sacerdote católico)
Padre Cabrera (sacerdote católico)
Luis Cantos (laico católico)
Beatriz Carbonell de Pérez Weiss (laica católica)
Marcelo Castello (laico metodista)
Juan Carlos Catnich (laico católico)
María Clara Ciocchini (laica católica)
Marcos Cirio (laico católico)
Inés Cobo (laica metodista)
Jorge Congetti (laico católico)
Hugo Corsiglia (laico católico)
Oscar De Angeli (laico católico)
Osvaldo De Pratti (laico metodista)
Carlos Di Pietro (seminarista católico)
Valeria Dixon de Garat (laica católica)
Patricia Dixon (laica católica)
Alice Domon (monja francesa)
Carlos Dorniak (sacerdote católico)
Pedro Duffau (sacerdote católico)
Léonie Duquet (monja francesa)
“Coco” Erbetta (laico católico)
Antero Esquivel (laico católico)
Adolfo Fontanella (laico católico)
Elizabeth Fress (laica católica)
Pedro Fourcade (sacerdote católico)
Aníbal Gadea (laico católico)
Esteban Garat (laico católico)
Alba Garófalo de Plací (laica metodista)
Patricia Gastaldi de Russin (laica católica)
Pablo Gazzarri (sacerdote católico)
Luis Gervan (sacerdote católico)
Laura Godoy de De Angeli (laica católica)
María Eugenia González de Junquera (laica católica)
Gertrudis Hlaczik de Poblete (laica católica)
Juan Ignacio Isla Casares (seminarista católico)
Néstor Junquera (laico católico)
Elizabeth Kasemann (laica luterana)
Marlene Kegler Krug (laica evangélica)
Alfredo Kelly (sacerdote católico)
Ernesto Lahourcade (laico metodista)
Leonor Landaburu de Catnich (laica católica)
Adriana Landaburu Puccio (laica católica)
Alfredo Leaden (sacerdote católico)
Gabriel Longeville (sacerdote católico)
Mauricio López (laico metodista)
María Ester Lorusso Lammle (laica católica)
César Lugones Casinelli (laico católico)
Roque Macarí (laico católico)
María del Carmen Maggi (laica católica)
Beatriz Mancebo (laica metodista)
Susana Marco (laica católica)
Mónica Mignone (laica católica)
Cecilia Minervini (laica católica)
Leslie Moore Mc Cormic (laica metodista)
Susana Moras (laica católica)
Carlos Mugica (sacerdote católico)
María Cristina Mura de Corsiglia (laica católica)
Carlos de Dios Murias (sacerdote católico)
Miguel Ángel Nicolau (sacerdote católico)
René Nieva (sacerdote diocesano)
María Fernanda Noguer de Villagra (laica católica)
Jorge Oshiro (laico metodista)
Patricia Oviedo (laica católica)
José Palacio (laico católico)
Marco Paluci (laico católico)
Wenceslao Pedernera (laico católico)
Horacio Pérez Weiss (laico católico)
José Poblete (laico católico)
Carlos Ponce de León (obispo católico)
Mónica Quinteiro (laica católica)
Eduardo Ricci (laico católico)
Carlos Ríos (laico metodista)
Carlos Rivera (laico católico)
Carlos Rizzo Molina (laico metodista)
Raúl Rodríguez (seminarista católico)
Nelio Rougier (sacerdote católico)
Horacio Russin (laico católico)
Alejandro Sackman (laico católico)
Julio San Cristóbal (laico católico)
Guillermina Santamaría (laica metodista)
Juan Pedro Sforza (laico católico)
Mauricio Silva (sacerdote católico)
Nélida Sosa de Forti (laica católica)
Francisco Soares (sacerdote católico)
José Tedeschi (sacerdote católico)
Gustavo Torres (laico metodista)
Roberto Van Gelderen (laico católico)
María Vázquez Ocampo (laica católica)
Ricardo Viapiani (laico metodista)
José Villagra (laico católico)
Zulma Zingareti (laica metodista)
Esteban Garat (laico católico)
Alba Garófalo de Plací (laica metodista)
Patricia Gastaldi de Russin (laica católica)
Pablo Gazzarri (sacerdote católico)
Luis Gervan (sacerdote católico)
Laura Godoy de De Angeli (laica católica)
María Eugenia González de Junquera (laica católica)
Gertrudis Hlaczik de Poblete (laica católica)
Juan Ignacio Isla Casares (seminarista católico)
Néstor Junquera (laico católico)
Elizabeth Kasemann (laica luterana)
Marlene Kegler Krug (laica evangélica)
Alfredo Kelly (sacerdote católico)
Ernesto Lahourcade (laico metodista)
Leonor Landaburu de Catnich (laica católica)
Adriana Landaburu Puccio (laica católica)
Alfredo Leaden (sacerdote católico)
Gabriel Longeville (sacerdote católico)
Mauricio López (laico metodista)
María Ester Lorusso Lammle (laica católica)
César Lugones Casinelli (laico católico)
Roque Macarí (laico católico)
María del Carmen Maggi (laica católica)
Beatriz Mancebo (laica metodista)
Susana Marco (laica católica)
Mónica Mignone (laica católica)
Cecilia Minervini (laica católica)
Leslie Moore Mc Cormic (laica metodista)
Susana Moras (laica católica)
Carlos Mugica (sacerdote católico)
María Cristina Mura de Corsiglia (laica católica)
Carlos de Dios Murias (sacerdote católico)
Miguel Ángel Nicolau (sacerdote católico)
René Nieva (sacerdote diocesano)
María Fernanda Noguer de Villagra (laica católica)
Jorge Oshiro (laico metodista)
Patricia Oviedo (laica católica)
José Palacio (laico católico)
Marco Paluci (laico católico)
Wenceslao Pedernera (laico católico)
Horacio Pérez Weiss (laico católico)
José Poblete (laico católico)
Carlos Ponce de León (obispo católico)
Mónica Quinteiro (laica católica)
Eduardo Ricci (laico católico)
Carlos Ríos (laico metodista)
Carlos Rivera (laico católico)
Carlos Rizzo Molina (laico metodista)
Raúl Rodríguez (seminarista católico)
Nelio Rougier (sacerdote católico)
Horacio Russin (laico católico)
Alejandro Sackman (laico católico)
Julio San Cristóbal (laico católico)
Guillermina Santamaría (laica metodista)
Juan Pedro Sforza (laico católico)
Mauricio Silva (sacerdote católico)
Nélida Sosa de Forti (laica católica)
Francisco Soares (sacerdote católico)
José Tedeschi (sacerdote católico)
Gustavo Torres (laico metodista)
Roberto Van Gelderen (laico católico)
María Vázquez Ocampo (laica católica)
Ricardo Viapiani (laico metodista)
José Villagra (laico católico)
Zulma Zingareti (laica metodista)
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
21 Marzo 2006
Discurso del
Sr. Canciller Jorge Enrique Taiana
Ellos nos estimulan para trabajar por una Argentina con justicia social.
Homenaje a religiosos víctimas de la dictadura - Plaza San Martín.
Señor Secretario de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos
Estimados religiosos de los diversos credos
Queridos amigas y amigos:
Estimados religiosos de los diversos credos
Queridos amigas y amigos:
Estamos hoy aquí recordando a los
religiosos y religiosas que fueron víctimas del terrorismo de Estado.
Estamos aquí para rendirle
homenaje a tantos sacerdotes, pastores, catequistas y laicos que a través de su
labor pastoral y su ejemplo de vida nos enseñaron y nos estimulan a trabajar
por una Argentina con justicia social, respetuosa de la diversidad y defensora
de los derechos humanos.
Estamos honrando la memoria de
más de cien seres humanos, obispos, sacerdotes, monjas, seminaristas, católicos
laicos y protestantes asesinados o desaparecidos y otros tantos que fueron
encarcelados, torturados o que sobrevivieron en los centros clandestinos de
detención. Numerosos integrantes de la comunidad judía o de los Testigos de
Jehová tampoco escaparon a esa lógica de exclusión, control social y castigo.
Muchos de los religiosos y
religiosas desaparecidos hicieron una opción con y por los más humildes. Esta
opción preferencial por los pobres guió la vida de estos mártires. Jamás
midieron esfuerzos a la hora de luchar por sus ideales. Jamás especularon ni
hicieron usufructo de sus investiduras. De forma anónima, con una valiente
conducta de desprendimiento personal, nos enseñaron un camino: el de la
autenticidad y el compromiso social.
Con su prédica y accionar, fueron
fieles exponentes de la transmisión de determinados valores que perduran en el
tiempo y que tienen vigencia en una Argentina que mancomuna esfuerzos para
salir de la crisis más profunda de su historia. Me estoy refiriendo al valor de
la solidaridad, de la convivencia, del pluralismo y de la democracia.
El próximo viernes 24, se cumplen
30 años del golpe militar más siniestro de nuestra historia. Ruptura del orden
constitucional que marcó un punto de inflexión en el modelo de integración
política, económica, social y cultural de nuestro país, donde la Doctrina de
Seguridad fue el marco ideológico legitimador del terrorismo de estado
Muchos callaron ante el dolor y el horror.
El Ministerio de Relaciones
Exteriores, Comercio Internacional y Culto considera un compromiso con la
verdad y la justicia honrar a esas religiosas y religiosos que por dar
testimonio de su fe y compromiso padecieron persecuciones, sufrieron torturas y
perdieron la vida. Y por eso en el día de hoy, nos parece importante hacer una
reivindicación histórica del ejemplo de vida que nos dejaron como legado.
Al mismo tiempo, es
imprescindible que esa trágica página de nuestra historia sea conocida por las
nuevas generaciones. La construcción de una memoria se erige como un cimiento
fundamental de nuestra democracia.
Entre las víctimas que hoy recordamos, quiero hacer una especial mención a
Pablo Gazzarri, un amigo, un compañero de militancia. Pablo fue ordenado
sacerdote en 1971. Además de la labor pastoral, Pablo también tuvo un
compromiso político intenso, compromiso que lo llevó a ingresar al grupo
Descamisados, donde pude apreciar su gran calidez humana, su preparación
teórica y sus capacidades didácticas.
Pablo era perfectamente consciente del riesgo que corría por su militancia,
pero esto no lo detuvo en su compromiso político. Se preocupó por proteger,
dentro de sus posibilidades, la vida y la libertad de sus compañeros
perseguidos.
El 27 de noviembre de 1976, quinto aniversario de su ordenación sacerdotal,
Pablo fue secuestrado frente al domicilio de sus padres. Un grupo de hombres se
lanzó sobre él, lo llevaron a la ESMA y en 1977 fue arrojado al mar. Tenía 32
años.
Les agradezco a todos por acompañarnos en este acto y, humildemente, hago
votos para que tengamos presente a los religiosos y religiosas que aquí
homenajeamos no solo en un acto recordatorio, sino en nuestro día a día, en el
modo de relacionarnos con el que piensa diferente, en el compromiso con los más
pobres, en la construcción de una Argentina en la que todos tengan un lugar
digno. Seguramente, ese es el mejor homenaje que les podremos realizar. Muchas
Gracias.
Servicio de Noticias del CIECET
"En homenaje a las religiosas y religiosos de
todos los credos víctimas del terrorismo de Estado"
( Ciudad
Autónoma de Buenos Aires – Martes 21 de Marzo del 2.006 ). Con la presencia de
legisladores/as nacionales, porteños, funcionarios/as municipales y nacionales,
Ministros /as Religiosos/as de diferentes credos, alumnos/as, maestros/as y
público en general, se realizó este martes un homenaje a “las religiosas y los
religiosos víctimas de la última dictadura militar, en la República Argentina”,
en la plaza San Martín, con un monolito,
que contiene una placa de mármol, en el aniversario de los 30º años del último
golpe cívico-militar.
Al cumplirse 30 años del golpe cívico-militar, y en el contexto de las recordaciones
que se efectuaran a lo largo del año, tanto desde el ámbito oficial como de
diversas organizaciones no gubernamentales, se recordará a los religiosos y
religiosas de todos los credos que fueron víctimas del terrorismo de Estado y que muchos
de los sacerdotes, pastores, catequistas, obreros y laicos que hicieron propia
su opción por los pobres sufrieron padecimiento indecibles: intimidaciones, persecuciones,
torturas, asesinatos,
desapariciones …
también sufrieron especial ensañamiento los/as ciudadanos/as de la comunidad judía y los Testigos de
Jehová … entre otros.
Cálculos incompletos elaborados por
El canciller Jorge Taiana rindió hoy un homenaje a los
religiosos y las religiosas de diversos credos, perseguidos, secuestrados,
torturados, desaparecidos y asesinados por la última dictadura militar, en un
acto al que calificó como "un
compromiso con la verdad y la justicia".
Taiana, autoridades nacionales, porteñas y representantes de distintos credos recordaron a las víctimas y junto a alumnos de colegios de distintas confesiones descubrieron una placa de mármol y plantaron un olivo en la Plaza San Martín de esta Capital para recordarlas.
Durante su discurso, Taiana dijo que los desaparecidos "nos estimulan a trabajar por una
Argentina con justicia social, respetuosa de la diversidad y defensora de los
derechos humanos".
"Jamás midieron esfuerzos a la hora de luchar por sus ideales, jamás especularon ni hicieron usufructo de sus investiduras. Con una valiente conducta de desprendimiento personal nos enseñaron un camino: el de la autenticidad y el del compromiso social", sostuvo.
El canciller recordó que "el próximo viernes 24 se cumplen 30 años del Golpe Militar más siniestro de nuestra historia, ruptura del orden constitucional que marcó un punto de inflexión en el modelo de integración política, económica, social y cultural de nuestro país, donde la doctrina de la seguridad nacional fue el marco ideológico legitimador del terrorismo de Estado".
"Este ministerio -indicó- considera un compromiso con la verdad y la justicia honrar a esas religiosas y religiosos que por dar testimonio de su fe y compromiso padecieron persecuciones, sufrieron torturas y perdieron la vida".
Según el canciller, "es imprescindible que esta trágica página de nuestra historia sea conocida por las nuevas generaciones. La construcción de una memoria se erige como un cimiento fundamental de nuestra democracia".
Por su parte, el secretario de Derechos Humanos, Dr. Eduardo Luis Duhalde, consideró que "a treinta años cuando advertimos una suerte de explosión de la memoria, cuando los actos se multiplican, cuando todos recordamos la parte que nos tocó vivir y la parte que conocimos de la realidad, estamos ahondando ese surco de recuerdo, de la memoria, de homenaje a las víctimas y de repudio contra los que ejercieron tal brutal genocidio".
"Esto no es quedarnos en el pasado, esto no es el ejercicio del odio y la revancha, es el conocimiento de la historia la historia que enseña en el ejemplo de la dignidad de las víctimas, y también de lo que pasa cuando se abandona el Estado de derecho para imponer el Estado terrorista", agregó.
Estaba
anunciada la presencia del Jefe de Gobierno de la Ciudad, Lic. Jorge Telerman,
pero a último momento cambió los planes porque el gobierno anunció la
cancelación del contrato de Aguas Argentinas. Telerman, a través de una carta,
brindó su apoyo y reconoció que no pudo asistir por "razones de carácter institucional, de público conocimiento".
Ausente
Telerman, el funcionario porteño que sí estuvo presente en el acto fue el
subsecretario de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, Marcelo Vensentini,
detenido a disposición del PEN, durante todos los años del Proceso.
Al
homenaje, enmarcado en las actividades por el 30 aniversario del golpe de
Estado, se sumaron cuatro legisladores porteños, el arista Facundo Di Filippo, el
K Sebastián Gramajo, la kirchnerista Silvia La Ruffa y Lidia Saya, de
Compromiso para el Cambio.
La placa recordatoria expresa: "En homenaje a las religiosas y religiosos de todos los credos
víctimas del terrorismo de Estado".
Durante el acto se leyeron los nombres de todas las
víctimas, y el Pastor Aldo Echegoyen ( Obispo de la Iglesia Evangélica Metodista
Argentina – IEMA-), el Rabino Daniel Goldman, el Dignatario musulmán Emir Jarnub
y el Padre Domingo Bresci ( Iglesia Católica Apostólica Romana ),
estuvieron a cargo de una oración en su memoria.
Concluido
en acto protocolar, los/as participantes se saludaron y mantuvieron
conversaciones informales en el marco convocante.
Atento
al evento, el Pastor Carlos Agustín Luque Ahuban, Director del Centro de
Investigación, Estudio y Capacitación Eclesiástica y Teológica ( CIECET ),
recabó información, para iniciar una serie de Jornadas de divulgación y reflexión sobre “las religiosas y los
religiosos víctimas del terrorismo de Estado, en la República Argentina”, y
elaborar un proyecto, que será presentado en el Concejo Municipal de Rosario
(CMR), para que en la Ciudad de Rosario (Provincia de Santa Fe – República
Argentina), se coloque un MONOLITO que RECUERDE y RINDA TRIBUTO a las
RELIGIOSAS Y RELIGIOSOS VÍCTIMAS del TERRORISMO DE ESTADO, en el Bosque de la
Memoria, situado en el Parque Scalabrini Ortíz, sumándonos a la búsqueda de
“Memoria, Verdad y Justicia”, en oración y acción, desde las “Comunidades
Religiosas”.
Del libro “Iglesias
evangélicas y derechos humanos en la Argentina – 1.976 / 1.998”, extraemos
la siguiente información “ … El momento
difícil por el que atravesaba el país demandaba un esfuerzo conjunto. De hecho
ya había una historia recorrida en ese sentido. En la Argentina no era
novedoso que cristianos de distintas confesiones se unieran buscando hallar un
lugar para la vida y la paz. Quince años antes, en 1961, se había organizado en
el Río de la Plata
la Fraternidad de Reconciliación y Paz, cuyo mayor exponente era el pastor Earl
Smith que residía en el Uruguay y estaba acompañado por el obispo metodista
Carlos Gattinoni, el arquitecto Adolfo Pérez Esquivel, el entonces pastor
Federico Pagura y el pastor Mortimer Arias, en ese momento ya Obispo Metodista
de Bolivia … Durante los primeros meses de 1.976 se formo el Movimiento Ecuménico
por los Derechos Humanos (MEDH) … En la dirigencia del MEDH debe destacarse la
figura del Obispo Federico Pagura de la Iglesia Metodista ,
el pastor metodista Emilio Monti (actualmente ambos pastores residen en la
ciudad de Rosario) … La principal tarea de este organismo durante los primeros
años de la dictadura fue la de denunciar la violación sistemática de los
derechos humanos, especialmente frente a las iglesias y organismos defensores
de los derechos humanos del exterior del país. Otro aspecto de su trabajo fue
el de otorgar apoyo legal y pastoral a las familias de las víctimas.
En los primeros años de la dictadura fue destacable la actuación de muchos pastores evangélicos abriendo sus iglesias para que pudieran reunirse allí quienes querían resistir al terror, entre ellos los familiares de los desaparecidos que comenzaban a organizar sus reclamos. …
Como consecuencia de su compromiso varias iglesias evangélicas y muchos de sus miembros fueron blancos de bombas, secuestros y amenazas en no pocas oportunidades. De acuerdo con la documentación e investigación llevada a cabo por el MEDH, la suma de desaparecidos y personas asesinadas evangélicas durante este período es de aproximadamente 40. Aunque es probable que sean más, debido a que no se cuenta con información respecto a víctimas que hayan sido miembros de iglesias pentecostales, bautistas y otras denominaciones no vinculadas a esa institución, las que tampoco tuvieron mecanismos eclesiales propios para canalizar la denuncia pública o ante las autoridades militares.
Hay hechos concretos que corresponde evocar como casos emblemáticos que muestran como esas amenazas en una buena parte se convirtieron en actos concretos de agresión. El 4 de octubre de 1.976 fue allanada
- Nuestra participación en los problemas actuales del país y del continente requerirá muchas veces correr estos riesgos, en obediencia a la vocación de servicio que el Señor Jesucristo nos dio -…
Como era costumbre en esos tiempos, las víctimas de actos de represión terminaban siendo los culpables merecedores de tales actos …
El sector comprometido de
Los militares que se habían apropiado del poder político, se autodefinían como fervientes católicos que venían a defender el estilo de vida occidental y cristiano de supuestas fuerzas extrañas que pretendían disolverlo. El Alte. Emilio Massera declaró a la revista Familia Cristiana en 1.977:
- Nosotros, cuando actuamos como poder político, seguimos siendo católicos … Sin embargo, como todos obramos a partir del amor, que es el sustento de nuestra religión, no tenemos problemas …-
Sin embargo la brutalidad y saña con que fueron reprimidos estos sectores de cristianos comprometidos tanto católicos como evangélicos, dejó claro el hecho de que su cristianismo declamado no era otra cosa que un instrumento ideológico para canalizar sentimientos despreciables hacia toda expresión de FE genuina que pudiera emerger de la vida cotidiana de los pueblos. Muchos testimonios de la represión recordaron ver símbolos católicos como crucifijos o imágenes de
La palabra “MÁRTIR”, en griego es “TESTIGO”, la “martiría” es el “testimonio”. Y ambas se remiten al lenguaje jurídico (aunque no necesariamente judicial). Ciertamente se puede ser testigo de algo, pero no atestiguar, en cuyo caso se esta silenciando una verdad; o se puede atestiguar aquello de lo que no hemos sido testigos, en cuyo caso estamos faltando a la verdad. El TESTIGO / MÁRTIR nos remite a la VERDAD …
En su libro "IGLESIAS EVANGÉLICAS y DERECHOS HUMANOS en la ARGENTINA - 1.976 / 1.998 " - Ediciones La Aurora, sus autores Pablo R. Andiñach y Daniel Bruno plantean en la introducción " ... la presente obra muestra el desempeño de las iglesias evangélica durante la dictadura militar del período 1976-1983 y durante el período posterior de la democracia hasta el presente (1984-1999), en lo que hace específicamente a la tarea de denuncia frente a la violación de los derechos humanos y al acompañamiento pastoral de las víctimas de la represión y sus familiares ..." y en el V. Conclusión. Pensamientos y evaluaciones " ... el recorrido de casi veinticinco años de testimonio de las iglesias en Argentina nos deja un grupo de pensamientos y sabores que tendrán que ir madurando en los primeros años del próximo siglo.
Una primera observación es que la respuesta de las iglesias ante la
dictadura reflejó la misma polarización en la que se vio envuelta la sociedad
argentina en su conjunto. Por un lado, estuvieron aquellas iglesias que se
enfrentaron con el gobierno y denunciaron las violaciones a los derechos
humanos. Por otro hubo iglesias que optaron por el silencio y en algunos casos
llegando al borde de la complicidad. Pero es necesario matizar esta observación
toda vez que observamos que en el interior de cada iglesia se produjo la misma
polarización. Hubo quienes apoyaban la acción a favor de las victimas por parte
de su propia iglesia y otras denominaciones, y quienes en la misma iglesia - en
ocasiones en la misma congregación- se oponían a que la iglesia se involucrara
en cuestiones políticas, argumentando que su fin es atender los problemas
espirituales de la población o por afinidad política con el gobierno de facto.
Este hecho llevó a no pocas situaciones desagradables, enojos y distanciamiento
entre hermanos y hermanas, cuestionamientos de pastores y obispos y, en
determinados casos -y en ambos grupos-, el abandono de la iglesia. Pero esta
situación también fue reflejo de las divisiones, enfrentamientos y sinsabores
en el interior de las familias, en los ámbitos culturales, del deporte, del
periodismo y otros donde la virulencia y el conflicto político solía ser aún
más fuerte.
En segundo lugar deseamos señalar que en aquella Argentina donde expresar
oposición al gobierno era un riesgo, hubo quienes desde distintos lugares
entendieron que debían ser testigos de lo que les tocaba vivir. Las iglesias no
sólo no fueron una excepción a esa actitud sino que en más de un momento fueron
los únicos espacios donde, por razones estratégicas, era posible que una voz se
oyera con un nivel algo menor de riesgo que en otros lados. De modo que
hicieron uso de ese indeseable privilegio que a la larga no fue tal, ya que a
poco de comenzar a manifestarse se desarrolló contra ellas el mismo aparato
represivo organizado para combatir a un ejército armado. Obispos, pastores,
laicos fueron perseguidos y asesinados, reprimidos hasta el silencio u
obligados al exilio. Se evidenció que cuando las instituciones religiosas
dejaron su rol tenido por tradicional y asumieron la denuncia de las
injusticias y atropellos, y aun cuando éstas fueron hechas por vías pacíficas y
en busca del diálogo y sin el fin de acceder al poder, la dictadura las
identificó como parte del enemigo social y recibieron el mismo trato que las
organizaciones violentas o guerrilleras.
En tercer lugar vemos que la acción solidaria y el amor evangélico para ser
efectivo requirió de una estructura que lo organice. Así comenzaron los
servicios específicos de asesoramiento legal y ayuda financiera a familiares de
presos y desaparecidos. Estas tareas luego se fueron profundizando y, con el
correr del tiempo y el paulatino debilitamiento del gobierno militar, las
actividades se fueron haciendo menos clandestinas y más diversificadas. Se
organizaron talleres, bolsas de trabajo, grupos de ayuda mutua. Paralelamente a
esto las iglesias no dejan de aportar su apoyo pastoral a quienes lo necesitan.
Son miles las personas que afectadas física y materialmente se sintieron vacías
y solas. Llegaban a los pastores y pastoras, sacerdotes y rabinos buscando una
palabra que los ayude a llevar adelante la situación de horror que
estaban enfrentando. Hemos dicho en páginas anteriores que esa es la parte del
testimonio que no está documentada en nuestra investigación, y que
probablemente nunca estará, porque corresponde a esa área de la tarea cristiana
que no se registra en actas, ni en moldes de imprenta, ni reclama monumentos de
bronce.
Luego vino la época de la reconstrucción de la democracia y con ella la
creación por parte del gobierno constitucional de la CONADEP. Muy lentamente la
sociedad argentina iba asumiendo la tragedia de los años anteriores. Lo hacía
con temor y por momentos con poca voluntad ya que lo que había que ver no era
una fiesta para los ojos sino el horror sospechado, la profunda negritud de la
muerte intuida. Y allí se pudo oír la voz humilde pero firme de Jaime de
Nevares, Marshal Meyer y Carlos Gattinoni que expresando el sentir de tantos
otros marcaron rumbos éticos para los creyentes de su generación y legaron un
modelo de vivir la fe que iba a marcar a quienes los sucedieron. Ellos supieron
estar de pie en medio de las contradicciones del marco político para garantizar
que la verdad sería dicha, y que cada testimonio del horror sería escuchado y
rescatado del olvido.
Una última observación. En el decir de varios de los entrevistados en este
trabajo se enfatizó el sentimiento de que aquello que fue el motor evangélico
de toda acción cristiana en defensa de las víctimas de la represión ilegal
fuera más explícito en los espacios congregacionales donde muchos hermanos no llegaban
a entender el origen religioso del compromiso con la vida. Se hubiera ganado en
comprensión y se hubieran evitado heridas que en cierta medida aún hoy
subsisten. Porque allí donde hubo quienes alentaron a sus líderes en su
compromiso y se identificaron con ellos, pero donde también hubo quienes no
entendieron lo que hacían y porqué lo hacían, se produjeron quiebres que
lastimaron la vida de la iglesia. Puede pensarse que los hechos fueron
sucediéndose muy velozmente y que no hubo posibilidad material ni tiempo real
para asimilar todo lo que sucedía y esperar a que madurara dentro de la
dinámica siempre algo lenta de las iglesias. También que hay momentos en que
primero se actúa y después se explica, sencillamente porque detenerse y
distraer tiempo en justificar teológicamente la necesidad de la protección de
la vida humana amenazada, de un niño secuestrado, de una mujer torturada, de un
joven desaparecido, sería una frivolidad intelectual que luego nadie -ni
nosotros mismos- nos perdonaríamos. Pero de hecho faltó tomarse ese tiempo,
decir esa palabra de clarificación, explicar una vez más aquello que no se
entendía.
Recorrer los días y los hechos hace surgir en el pensamiento una fuerza
inmensa que llama a la esperanza. Porque el descenso a los infiernos que
significó abrir los ojos a una realidad atroz, y la valentía de aquellos que
pudiendo mirar para otro lado decidieron en fidelidad a DIOS encarar la tarea
de echar luz donde las tinieblas habían ya plantado su campamento, no puede
menos que invitarnos a mirar con gratitud hacia atrás y con responsabilidad
hacia adelante ...".
Notas …varias …
A 30 AÑOS DEL GOLPE : INFORME DEL MOVIMIENTO
ECUMENICO POR LOS DERECHOS HUMANOS
En la dictadura hubo unos doscientos religiosos detenidos o asesinados
El relevamiento compila los casos de católicos y otras confesiones
cristianas.
Homenaje
a religiosos víctimas de la dictadura.
Homenaje
a los religiosos
El Gobierno homenajea al centenar de religiosos de
distintos credos que fueron víctimas de la dictadura
Homenaje a los religiosos víctimas del
Golpe
Testigos
de Jehová: objetores de conciencia.
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